Una transición global compleja

Mediando ya el año 2011, todo confirma que el mundo no puede desprenderse de algunos temores anunciados. El gran denominador común son las dificultades del mundo desarrollado para dejar atrás los efectos de la primera gran crisis mundial del siglo.Sus secuelas son impactantes. Estados Unidos no ha podido consolidar su senda de crecimiento potencial que ronda el 3% anual, a pesar de los estímulos monetarios que se han venido instrumentando. Su tasa de desempleo ha quedado estacionada en niveles cercanos al 9%, y su sector inmobiliario muestra señales de una fuerte caída de precios. En otras palabras, la burbuja todavía no se ha purgado lo cual se traduce en el debilitamiento del efecto riqueza del consumidor y, por ende, del motor de la economía norteamericana.Enmarcando esa realidad, la administración Obama está sumergida en una dificultad doble. Primero, una situación política que, por las nuevas mayorías parlamentarias, le acota sus márgenes de maniobra hacia el lado de exigirle cautela fiscal y mayor astringencia monetaria. En segundo lugar, su equipo económico liderado por la FED no puede justificar la profundización, y quizás ni la permanencia, de la política dados los riesgos de sumergir a la economía más grande del mundo en un estado donde convivan la inflación y el estancamiento.Europa sigue enredada en sus temas, donde el eje central que ocupa titulares de prensa es la resolución de la crisis griega. Pero por debajo de la superficie hay una crisis bancaria encubierta dada su alta exposición a activos tóxicos de deuda soberana emitida por algunos de sus miembros periféricos.Esa situación pone de manifiesto otra realidad, ya de índole política, pero con implicaciones económicas. Nos referimos a las dificultades que presenta la Unión Europea para resolver problemas, dada la falta de mecanismos acordados de antemano para actuar en consecuencia. Eso empercude la imagen de su moneda común y, por ende, su cotización cuando su valuación queda sometida a las fuerzas de eventos políticos donde la discrecionalidad para resolver urgencias, deja de ser un caso extraño.Por esos dos andariveles anda nadando más de la mitad del mundo. A lo que se agregan otros temas que trascienden su esfera pero que dependen de ellos, como ser hasta el día de hoy quiénes emiten las monedas que constituyen la mayoría de las reservas monetarias del mundo. Para decirlo de otra manera, en teoría son las encargadas de medir y de alguna manera preservar constante el valor del consumo...

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