Sin Tren Fantasma, el violeta se trepó a la Rueda Gigante

Puños al cielo, grito profundo, lágrimas en los ojos. Grandes y chicos, no importa la edad, sino la pasión por la violeta.Ahí están todos. Apretados, juntos, gritando, aplaudiendo, alentando a los jugadores, esos héroes humildes que saludan casi con timidez a sus hinchas, esos incondicionales de cada fin de semana que recorren todas las canchas para no dejarlos solos."¡Defensor.... Defensor nomáaa...!" es el grito de guerra, el de la clasificación, un grito que estuvo atragantado porque los chilenos de la "U" llegaron al Franzini con la idea fija de arruinarle la fiesta al local.Pero el aliento de la tribuna no cejó en ningún momento, no paró...