Tres proyectos buscan llegar al punto más profundo del océano

Es el punto más profundo del océano. El sitio prohibido, conocido como Challenger Deep, se encuentra tan lejos del alcance de los rayos de sol que su temperatura es cercana al congelamiento.Una nueva generación de temerarios está buscando sumergirse a través de 10.000 metros de agua hasta el fondo de ese abismo rocoso en el oeste del Pacífico que se encuentra oculto en una perpetua oscuridad."Cuando era niño, no sólo amaba la increíble exploración de los océanos sino también la del espacio", dijo James Cameron, director de Avatar, Titanic y El abismo. "No puedo pensar en una fantasía mayor que la de ser un explorador y ver lo que los ojos humanos no han visto antes".Estos nuevos exploradores pueden darse el lujo de vivir sus sueños gracias a sus extraordinariamente profundos bolsillos. Significativamente, sus ambiciones exceden por lejos la de las naciones, que no tienen planes de enviar personas a tanta profundidad.Los billonarios y millonarios incluyen a Cameron, al magnate de la aviación Richard Branson y al gurú de Internet Eric E. Schmidt. Cada uno está construyendo, planeando construir o financiando la construcción de minisubmarinos pensados para transportarlos a ellos, a sus amigos y a los científicos a las profundidades. Los empresarios también hablan de llevar turistas allí abajo.Los vehículos, diseñados para transportar entre una y tres personas, se estima que costarán entre 7 y 40 millones de dólares.La primera zambullida está prevista para este año. Pero mientras el secreto y la incertidumbre técnica han rodeado a muchas de estas empresas, los oceanógrafos dicen que la agenda actual podría modificarse.El avance está ocurriendo ahora en parte debido a los progresos en materiales, en baterías y en electrónica, que están bajando los costos y aumentando la capacidad de los sumergibles. Aun así, el desafío es formidable. Los más difíciles de construir son los compartimientos para la tripulación, cuyas paredes deben ser muy delgadas, fuertes y diseñadas con precisión para soportar las toneladas de aplastante presión. Los ingenieros están utilizando materiales inesperados, como esferas de cristal resistente a la presión.Los humanos han descansado sus ojos en el Challenger Deep sólo una vez, hace medio siglo, en un navío de la armada de los Estados Unidos. En el descenso se quebró una ventana. El aterrizaje sobre el fondo revolvió tanto barro que los buzos pudieron ver poco y no tomaron ninguna fotografía. Estuvieron allí sólo 20 minutos.Las...

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