La triste historia familiar detrás del copamiento en el barrio Reus

eduardo barrenecheLo que ocurrió ayer en el barrio Reus fue una tragedia que puso fin a un trasfondo familiar de larga data. El empresario Pablo Bonanata ingresó al mediodía con un arma desenfundada en el comercio de su hermano Javier. Sin mediar palabras, le disparó a su hermana y a la cuñada de su hermano. Ambas víctimas resultaron heridas de gravedad.Sin titubear, Bonanata también tiró contra un encargado del local hiriéndolo en una mano. Todos lo conocían porque había ido más de una vez al negocio. Luego, ya atrincherado en un baño, Bonanata le reconocería al fiscal de Homicidios , Carlos Negro : "Le disparé sin querer; yo lo aprecio".> > Cuando Bonanata entró al local comercial -ubicado entre las calles Blandengues y Porongos-se encontraban allí unas 12 empleadas, según relató una de ellas a El País.> > Tras herir a las dos mujeres, Bonanata apuntó a la cabeza de la encargada: "Si hablás, te mato", le dijo, según narró la testigo.El local es enorme. Tiene una vidriera de casi 15 metros de ancho y un espacio de grandes dimensiones repleto de góndolas con mercaderías.> > Las empleadas, desesperadas, corrieron a buscar refugio. Tres trabajadoras se encerraron en un baño. Una de ellas tuvo un ataque de pánico y abrió la puerta. En ese momento observó como un policía , que realizaba el servicio 222 en un local cercano, ingresó al comercio con el arma desenfundada. A los pocos minutos, otros agentes cercaron al hombre atrincherado.> > En ese momento, Bonanata volvió a disparar. Fueron dos tiros para luego volver a encerrarse en el sanitario.> > Ya con el equipo de negociadores del grupo de choque en el lugar, uno de ellos llamó a sus abogados, Juan Carlos Fernández Lechini y Marcos Pacheco. Este último se encontraba en Argentina. Bonanata enfrentaba una difícil situación económica y ambos asesores legales le cobraban honorarios de acuerdo a la situación del cliente.Pocos minutos después de recibir el llamado, Fernández Lechini llegó al local. Al igual que los negociadores de la Policía, el profesional y exjuez penal intentó que su cliente se entregara. > > Fernández Lechini: Pablo, tus hijas están esperando que salgas. Entregate y vamos a Fiscalía.> > Bonanata: Mis hijas ya son grandes. No voy a salir.> > Otro intento por negociar fue la comunicación que llevó adelante el fiscal de Homicidios, Carlos Negro.> > Negro: Dígame si usted tiene una rehén.> > Bonanata: Tengo una rehén.> > Negro: ¿Puede dar una prueba de que tiene una rehén?> &gt...

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