Un tropezón, nervios y más vestidos pisados

El tropiezo de Jennifer Lawrence en el momento de subir a recibir su Oscar a Mejor Actriz fue lo que le faltaba para coronar los nervios que notoriamente tenía en el momento. La talentosa actriz de veintidós años que ya había sido nominada dos años atrás por su trabajo en Lazos de sangre ganó un Oscar por su papel en El lado luminoso de la vida y su discurso de agradecimiento reflejó que el premio la había tomado por sorpresa. De hecho hizo alusión a Emanuelle Rivá, su competidora por la estatuilla y protagonista de la durísima Amor, de Michael Haneke. Ahora Lawrence tendrá que aprender a lidiar con la repetición interminable del video de su caída en la escalera, gracias a You Tube y muchos otros portales de videos de...