El 'Tute', entre gallos y medianoches

Desde hace 30 años, un grupo de ocho amigos se reúne todos los meses en algún lugar para jugar al Tute Cabrero. Esta cofradía nació en el Hospital de Clínicas, donde el grupo coincidió trabajando en los primeros años de la década del 80.En el mes de junio, Wilson Ferreira Aldunate regresaba al país; en noviembre, se celebraron las primeras elecciones tras la salida de la dictadura. El general Líber Seregni era liberado tras siete años de cárcel por motivos políticos. Central Español se consagraba campeón uruguayo y Fernando Morena, ídolo en Peñarol, pasaba a jugar al Boca Juniors argentino.Todo esto ocurría en 1984, mientras en un rincón del Hospital de Clínicas, ocho por entonces jóvenes funcionarios comenzaron un ritual que permanece hasta el día de hoy: juntarse una vez por mes a jugar al Tute Cabrero."Empezamos casi sin querer. Primero jugábamos al chancho y a la conga. Y de repente, uno de nosotros preguntó cómo andábamos para jugar al tute. De ahí en adelante, nunca dejamos de jugar", cuenta José Luis Lago, ferretero de profesión y exárbitro de fútbol."Este malandro era el jefe", dice Lago sobre Nino Sansone, apodado El Chancho."A nosotros nos gustaba tanto el tute que empezamos a hacer campeonatos. Y como las tenidas eran siempre en la casa del suegro del Chancho, las bautizamos como la Cátedra de Tute Cabrero "Tito Cossia", en homenaje al hombre", cuenta El Chango Lagos.Sergio Álvarez, empleado bancario e integrante de este selecto grupo, señala que "cada vez que nos íbamos a juntar, el Tito nos tenía pronto el whisky, unas figazzas, pizzas, en fin, de todo. Entonces, era como una obligación que el campeonato llevara su nombre".El campeonato cuenta con todos los aditamentos necesarios para ser tal: planillas en cada partida, tabla de posiciones y hasta un trofeo para el ganador a lo largo de los doce meses del años."Dale, Comi. Te toca repartir", le dice Miguel Dimitrio, como para dejar el saludo al periodista de lado y retomar el tercer partido de la noche.Dimitrio aún trabaja en el Clínicas, igual que Gerardo López. El Comi es Victorio Facal, el último en integrarse a las tenidas. "Éste, (Facal) el primer año que vino, llegó calladito y ganó el...