Uruguay Vs. Brasil: ante problemas similares, diferentes soluciones

Con los desafíos comunes de paliar la inflación, mejorar la competitividad y cuentas públicas deficitarias, las medidas que implementaron Brasil y Uruguay el último tiempo son muy diferentes, pero se asemejan por "salirse del manual"."La heterodoxia denota imaginación para intentar controlar sobre todo el alza de precios", afirmó a El País desde San Pablo el contador Marcos Soto, gerente de PwC Uruguay, especialista en asuntos de Brasil. No obstante, advirtió por un "gran problema de base": las medidas son de "un solo tiro", ya que, por ejemplo, alteran los Índices de Precios al Consumo (IPC) pero "no modifican las presiones generales".El socio de Deloitte Pablo Rosselli, coincidió con esa visión. "En Uruguay lo diferente es que hemos tenido políticas consistentemente más expansivas que nos dejan menos espacio para cuidar los niveles de competitividad", dijo a El País. Mencionó la expansión del gasto público y la suba de salarios como algunos factores que explican los muy bajos niveles de competitividad con respecto a Brasil. "De todos modos, vemos como similitud la propensión al uso de herramientas heterodoxas para gestionar el dilema inflación y competitividad, que tanto en Brasil como en Uruguay son ineficaces", dijo.Rosselli advirtió que en Brasil se agotó el espacio fiscal para promover un mayor crecimiento con políticas que impulsen la demanda agregada. La inflación anualizada fue de 6,3% en febrero, luego de que a mediados del año pasado fuera inferior al 5%. Esto la acercó al techo del rango meta oficial (4,5% con un margen de dos puntos porcentuales hacia arriba y abajo).El gerente del Departamento de Economía de CPA/Ferrere, Gabriel Moszkowicz, señaló que "la reciente aceleración de la inflación impone restricciones a la expansión monetaria y a la política cambiaria de Brasil. De hecho, el real fue la moneda que experimentó la mayor apreciación de la región en los últimos cuatro meses".Por su parte, la presidenta de la Academia Nacional de Economía, María Dolores Benavente, dijo a El País que las autoridades uruguayas "no se muestran tan rigurosas" como las brasileñas en su preocupación por llevar la inflación a menores niveles. El último dato a febrero fue de 8,89%, lo que demuestra que con un objetivo de 4% a 6% "es tolerable llegar a dos y hasta tres puntos sobre el techo de esa banda".La economista comparó las medidas de reducción de impuestos en Brasil con la bonificación otorgada por UTE en las tarifas de electricidad en diciembre, que no...