Vázquez en su tobogán

Las empresas encuestadoras que trabajan en la campaña electoral y difunden los resultados de sus sondeos, son, desde hace años, prácticamente las mismas. Cifra, Equipos, Factum e Interconsult tienen una larga trayectoria en el medio, son conocidas y si se mantienen en actividad debe ser, entre otras cosas, porque trabajan -por lo menos- bastante bien y son seguidas por la población. Sobre todo cuando se trata de instancias con voto obligatorio, porque desaparece una de las variables que más pueden afectar sus pronósticos, como es el ausentismo.No trabajan solo en materia política, son competencia entre ellas en un mercado chico como el uruguayo y el mayor desafío que tienen a su credibilidad y seriedad es en un acto eleccionario, donde suben a un escenario repleto de luces y público. Todos las ven y todos registran lo que dicen. Falsear o engañar, es una decisión suicida. Cada encuesta -y se encargan muy bien de decirlo- es una fotografía del estado de ánimo de la población, registra lo que piensan en el momento en que son consultados, lo que no significa que sea definitivo ni que pueda haber cambios de opinión.Ahora bien, cuando todas las encuestadoras coinciden y esa coincidencia se repite mes a mes, están marcando una tendencia y sus conclusiones adquieren otra relevancia. No es casualidad que la foto sea siempre la misma: están apuntando a que hay algo más que un estado de ánimo momentáneo, que se acentúa ante la proximidad del acto electoral. Y eso tiene enorme validez; se acerca mucho a la certeza.En el 2004 y en el 2009, todas las encuestas, durante meses, marcaban (o anunciaban) el triunfo del Frente Amplio. Había pequeñas diferencias porcentuales -incluso en la misma empresa de un mes a otro-, pero la tendencia era similar en todas y se mantuvo. El resultado final les dio la razón.Hoy, como dice el tango, "se le dio vuelta la taba…" y con el candidato Vázquez a la cabeza salen a incendiar a las encuestadoras. La libertad de expresión "es libre" como decía Perogrullo y en definitiva, es su problema. Tal vez a Vázquez le resulte menos complicado criticar a estas empresas y a los candidatos de la oposición, antes de que se le caiga alguna idea para plantear en la campaña electoral. El intento de descalificación es más...