Vigentes y necesarios

Un grupo de diputados europeos expresó su molestia porque en el discurso inaugural del encuentro de parlamentarios europeos y latinoamericanos (Eurolat) celebrado la semana pasada en Buenos Aires, la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner habló como si estuviera en un acto proselitista, sólo para sus partidarios que habían copado la sala.> > Tenían razón los diputados europeos y llamó la atención que los latinoamericanos no hubieran presentado similar reparo. El encuentro reunía 150 diputados de diversos países y ese discurso dicho en el tono de "adolescente piola" que caracteriza a Cristina Fernández, fue ajeno a los motivos del encuentro. Aludió a una realidad que buena parte de los presentes desconocía y en todo caso no les correspondía ni avalar ni cuestionar.> > La protesta de ese grupo de diputados se atuvo a lo formal y no al contenido. No se reparó en un contenido que debió preocupar a cualquier diputado que defiende las instituciones democráticas como garantía de los derechos y libertades de la gente.> > Cristina Fernández puso en duda la esencia misma de la democracia, fundada en conceptos profundos que vienen desde el siglo XVIII. "¿Qué tipo de ingeniería, de arquitectura institucional necesitamos como Estado para hacer frente a un mundo que no tiene absolutamente nada que ver con aquel en donde se construyeron los Estados que hoy gobiernan el mundo?", se preguntó. > > Su cuestionamiento iba dirigido a que "todos nuestros estados están construidos sobre la famosa división tripartita de Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial que viene de la Revolución francesa de 1789". Para Cristina Fernández tales instituciones parecen ya envejecidas. Prescinde del valor y vigencia que ellas mantienen con conceptos que perduran en el tiempo y persisten más allá de los cambios que sacudieron al mundo en lo tecnológico y científico. Sigue siendo fundamental el principio de que debe haber equilibrios y controles, por ser esa la base que impide que los gobiernos se vuelvan dictaduras, aún cuando surjan de las urnas.> > Por eso fue curiosa su reflexión sobre el poder presidencial: "que te pongan una banda y te den el bastón" no quiere decir que se tenga todo el poder. "Créanme", aseguró, "lo digo por experiencia".> > No se necesita conocer la experiencia de Cristina como presidente para corroborar que efectivamente es así. Las constituciones democráticas diseñan una forma de gobierno en la que nadie tiene la suma del...

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