Áltibajos con un visitante chino

El concierto comenzó con el segundo poema sinfónico de Richard Strauss, Don Juan, que fuera inspirado en un poema de Nicolaus Lenau. Su estreno tuvo lugar en Weimar el 11 de noviembre de 1889 bajo la dirección de su autor.Después de treinta y cuatros años la obra se presenta por primera vez en Montevideo el 3 de agosto de 1923 en el Teatro Solís, actuando la Filarmónica de Viena bajo la conducción del propio Strauss.El compositor declaró a la prensa: "Mi Don Juan no es un hombre sanguinario que persigue eternamente a las mujeres. Él anhela inflexiblemente encontrar a una mujer que sea la encarnación de lo femenino y gozar en ella a todas las mujeres de la tierra, ya que no las puede poseer individualmente. Al no poder encontrarla la desazón hace presa de él y esta es el Demonio que finalmente lo alcanza". La versión ofrecida por Lebel fue excesivamente vehemencial, los arrebatos desenfrenados en los tiempos hicieron que no se pudiera apreciar la gran profundidad temática que esta obra encierra.En cambio en el Preludio y Muerte de Isolda, de Richard Wagner, Lebel consiguió que la orquesta mostrara una riqueza de matices e intensidades entre los dos temas fundamentales, el de la confesión y el del deseo. Podemos decir que esta interpretación fue el punto más alto de la noche por la calidad sonora, por la dinámica y las acentuaciones rítmicas.En la segunda parte se escuchó el Concierto nº 1 para piano y orquesta de Tchai- kovsky, teniendo como solista al pianista chino Mei-Ting Sun. Su participación no estaba prevista ya que...