¿Volver?

Uruguay tiene una difícil relación con su historia. Quizás su dificultad esté en la relación con el tiempo, con el pasaje del tiempo, el antes y el después. Voy a analizarlo a través de dos épocas: la salida de la dictadura y hoy.En aquel período, del cual se cumplen 40 años, se dieron condiciones que habilitaban un cambio en el Uruguay. Los cambios en una sociedad sólo son posibles cuando lo antiguo, el status quo, ya no tiene vitalidad y cuando la inercia conservadora es desplazada por un disgusto y rechazo hacia lo que había. Es decir, cuando lo que se tiene, lo actual, produce desapego y rechazo: entonces y sólo entonces un cambio es posible. Si este proceso no se da, el cambio es imposible y se sigue estirando una agonía o una semi-vida. En aquellos momentos (1980-1984) la realidad instalada, estaba cargada con un baldón: era la dictadura militar. El ansia por dejarla atrás abría, con una nitidez poco frecuente, la oportunidad de dejar atrás muchas otras cosas viejas, arrastrándolas en el impulso por salir del período militar> También existía otra condición favorable: se había ido levantando entre los uruguayos una disposición entusiasta y animosa. Ese espíritu erguido se había puesto de manifiesto en ocasión del plebiscito del 80. Luego había cobrado más impulso en las internas de 1983. Existían condiciones reales no sólo deseos para dejar atrás lo que se abominaba la intromisión militar y también para generar algo nuevo en el ámbito de la convivencia política de aquel Uruguay herido.> Pero se atravesó (o fue minuciosamente articulada) otra posibilidad. Se tejió un arreglo que atendía a las conveniencias privadas de quienes lo urdieron (Acuerdo del Club Naval). Se hizo un pacto para asegurarle a los pactantes condiciones favorables de...

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