'En mis zapatos': arte con bailarinas discapacitadas

"En mis zapatos" es un espectáculo de danza llamada "inclusiva", dado que integra dos bailarinas con discapacidades motrices (Fabiana Cairoli y Mariana Rebollo) junto a una tercera bailarina, también directora de la obra.Empezando por el título, Victoria Pin, directora del espectáculo, explicó a El País: "Tiene que ver con afirmarse en el propio rol, con lo que trae eso, desde lo que nos imponen desde afuera como roles, hasta los roles que pretendemos asumir, como bailarinas, por ejemplo. Más en este caso, con un elenco bien diverso: hay bailarinas que no suelen ser consideradas bailarinas por tener una discapacidad. Y más en concreto, tiene que ver con el tema de las piernas, caminar, trasladar la tensión a las piernas, que es donde está la discapacidad: porque en la obra no lo escondemos eso, lo tomamos como tema".Pin (Montevideo, 1984) ahonda en el tema: "Somos tres y dos tienen discapacidad motriz: Fabiana Cairoli, que está en silla de ruedas, y Mariana Rebollo, que usa más que nada bastones. Ambas tienen la posibilidad de cambiar, a veces usan silla, otras bastones. En realidad le ponemos el subtítulo `inclusivo` para dar más información, pero para mí se encuadra perfectamente en la danza contemporánea, dado que en ella se trabaja sobre la libertad de crear un lenguaje, y no tanto el virtuosismo del movimiento, como puede verse en el ballet. Como trabajás con todo tipo de bailarines, también lo podés hacer con personas con discapacidad, porque es lo que cada uno crea con su cuerpo y lo que ha aprendido a hacer con su formación".Asumir este tipo de trabajo lleva a Pin a buscar caminos específicos, tanto como directora como bailarina. "Al dirigir, creo que es un desafío interesante encontrar caminos, usar y recrear herramientas que yo he aprendido, e inventar nuevas para encontrar soluciones específicas a cosas que surgen en el proceso"."Y al bailar es un trabajo bien interesante de conocimiento mutuo, porque uno a veces da por sentado cómo se mueve el otro, cuando el bailarín es como uno, digamos. Y en realidad nunca es así: siempre hay diferencias. Pero en este caso, se te agudiza la...