Vázquez ya no manda

El Frente Amplio es temeroso y sumiso del poder sindical. No es de ahora, lo ha sido siempre. Su connivencia con el Pit-Cnt le ha asegurado una capacidad de movilización de la que hoy carece como partido político. La tuvo en una época, pero ahora la perdió y toda su presencia en las calles viene de la mano de las relaciones carnales entre ambos. Sin ellas, no hay manifestaciones, ni presencia ni ruido, por lo que debe esmerarse en cuidarla.Los ejemplos son muchos, pero el más reciente es patético y de una claridad meridiana: cuando el Poder Legislativo debió pronunciarse sobre lo que entonces era el proyecto de ley de responsabilidad empresarial, en el Senado de la República faltaban los votos del grupo de Astori (Frente Líber Seregni) que deseaban introducir atinadas modificaciones a la normativa. La central obrera se movilizó con el Sunca a la cabeza, rodearon el Palacio de las Leyes y chitón los discrepantes; metieron violín en bolsa. Callaron sus críticas y levantaron la mano como se les exigió, por más que el candidato Vázquez y, obviamente, su candidato a ministro de Economía consideraban que ello era un disparate. Arrugaron derecho viejo ante la presión.El Pit-Cnt es consciente de ese poder que tiene y que tendrá mientras el FA se mantenga en el gobierno. Sus dirigentes también se desempeñan como parlamentarios y en ese doble juego, la alianza queda cerrada a cal y canto. No importa que lo hagan normalmente a través del Partido Comunista, una entidad de corte testimonial, donde cada vez son menos, pero mantienen su organización y se ubican en puestos claves. El PCU fue el 5% del electorado en las elecciones nacionales del 2009 y mantuvo su esmirriado porcentaje en las recientes internas. Pero manda, una curiosidad de nuestra democracia basada en el gobierno de las mayorías.Como en estas elecciones la cosa viene brava, muy brava, la central obrera ha resuelto jugar fuerte para defender a su partido, ese que le asegura sus leyes, sus privilegios y su corporativismo. Con una popularidad cuestionada o desafiada seriamente luego de 10 años de gobierno, el Frente Amplio ha perdido su magia y solo, no moviliza a nadie. Basta ver lo ocurrido el pasado 25 de agosto cuando se jugó todos los boletos al día del Comité de Base y resultó un fracaso estrepitoso. Solo un puñadito de viejos...