Cárcel, ricos y pobres

¿Para qué sirve meter a una persona en la cárcel? Para algunos, es un castigo. Para otros, una manera de dar un ejemplo que haga que el resto de la gente piense dos veces antes de cometer un delito. También hay quien ha sugerido que la pena implicaría “retirar de circulación” por un tiempo a quien comete acciones que dañan a sus conciudadanos. Por último, la Constitución impone que la cárcel debe ser un ámbito para recuperar para la sociedad a alguien que no ha sabido adaptarse a sus normas.

La discusión, histórica e inagotable, vuelve a estar sobre la mesa hoy en este Uruguay en el que la inseguridad sigue en el tope de las inquietudes populares. Y donde dos noticias de estos días han generado polémica: la intención del oficialismo de eliminar el delito de abuso de funciones, y unas declaraciones del Fiscal de Corte en las que habría dicho que los ricos no van presos porque quienes hacen las leyes son gente de su misma “clase”.> > La realidad es que el fiscal Díaz hace un razonamiento un poco más elaborado que ese titular, diciendo que: “a las leyes las hacen generalmente los representantes de las clases más pudientes, entonces, es fácil entender que una rapiña o un hurto son delitos, pero hay una resistencia a considerar que el lavado de activos también lo es”.> > Lo que dice Díaz no es totalmente cierto cierto. Cualquiera que vea la composición del Parlamento hoy, o sea de quienes hacen las leyes, comprobará que no existe una sobrerrepresentación de los sectores más ricos, ni más formados. Todo lo contrario. Hay una anécdota de un viejo político que ya hace años se quejaba del nivel legislativo nacional diciendo que “hay senadores que uno ni siquiera sabe quiénes eran los padres”. Por suerte, se podría agregar.> > Ahora bien, también es verdad que nuestra “clase política” ha tenido problemas desde hace tiempo para ajustar las pautas y sanciones del código penal, a los cambios de sensibilidad que ha experimentado la sociedad. Eso si dejamos de lado situaciones en las que ha operado ese lobby desregulado de ongs y grupos de presión que se atribuyen el muy dudoso rol derepresentantes de la sociedad civil.> > Por ejemplo, parece claro que en los últimos años los delitos de corrupción, de peculado, todo lo que implique daños económicos contra la administración pública por parte de funcionarios, generan mucho másdolor en la sociedad que hace 50 o 60 años. Pero las penas que establece el código para muchos de estos delitos son pensadas para una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR