Diario Oficial de la República del Uruguay del 07 de enero de 2021 (contenido completo)

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Documen tos
Nº 30.599 - enero 7 de 2021
DiarioOf‌icial |
Los documentos publicados en esta edición, fueron recibidos el día 4 de enero y publicados tal como fueron redactados por el órgano emisor.
PODER EJECUTIVO
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL
1
Decreto 371/020
Apruébase la propuesta de Política de Defensa Nacional formulada por
el Consejo de Defensa Nacional (CODENA).
(11*R)
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL
MINISTERIO DEL INTERIOR
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS
Montevideo, 23 de Diciembre de 2020
VISTO: la propuesta de Política de Defensa Nacional, formulada
por el Consejo de Defensa Nacional (CODENA);
RESULTANDO: I) que la referida iniciativa cumple con lo
19 de febrero de 2010.
II) que el artículo 3º de la citada norma legal dene como política
de Defensa Nacional, como una la política pública, la cual debe
propender a través de acuerdos amplios a políticas de Estado y debe
cumplir con los principios generales del derecho interno y del derecho
internacional, en coordinación con la política exterior del Estado;
III) que el Consejo de Defensa Nacional (CODENA) tiene
atribuido, entre otros cometidos, el de asistir al Poder Ejecutivo
a través del asesoramiento al Presidente de la República, en la
formulación de la directiva de política de Defensa Nacional, la que
deberá ser emitida en el primer año de cada gobierno, de conformidad
con lo dispuesto en el literal g) del artículo 2º del Decreto Nº 147/013,
de 14 de mayo de 2013;
CONSIDERANDO: I) que la propuesta realizada por el Consejo
de Defensa Nacional (CODENA) constituye el documento de
actualización, planicación y ejecución de la Política de Defensa
Nacional para el período 2020 - 2025;
II) que dicho documento determina las directivas y los responsables
de la ejecución de la Política de Defensa Nacional a implementarse en
el período 2020-2025;
ATENTO: a lo precedentemente expuesto y a lo dispuesto por la
Ley Nº 18.650, de 19 de febrero de 2010 y por el Decreto Nº 147/013,
de 14 de mayo de 2013;
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
DECRETA:
1
Artículo 1º.- Apruébase la propuesta de Política de Defensa
Nacional formulada por el Consejo de Defensa Nacional (CODENA),
la que luce como Anexo y forma parte integrante del presente Decreto.
2
Artículo 2º.- Comuníquese, publíquese, etc.
LACALLE POU LUIS; JAVIER GARCÍA; JORGE LARRAÑAGA;
FRANCISCO BUSTILLO; AZUCENA ARBELECHE.
POLÍTICA DE DEFENSA NACIONAL
DIRECTIVAS - PERIODO 2020 - 2025
I.- Introducción
En febrero de 2010 se aprobó la ley 18.650 denominada “Ley Marco
de Defensa Nacional” (LMDN), norma que creó el Sistema de Defensa
Nacional y que denió sus componentes: a) el Poder Ejecutivo, b) el
Poder Legislativo y c) el Consejo de Defensa Nacional (CODENA).
En la reglamentación posterior de este último, se previó que en el
primer año de cada gobierno se formularan las Directivas de Política de
Defensa Nacional”. (Dec. 147/013, art. 2 literal g) cuya primera versión
se confeccionó durante la administración de gobierno 2010 - 2015
(Decreto 105/014).
En esta oportunidad y en cumplimiento de lo dispuesto en esa
normativa, se presenta la Política de Defensa Nacional correspondiente
al período 2020-2025, la que deja sin efecto y sustituye la versión
anterior emanada del Decreto 105/014.
La Política de Defensa Nacional es una política pública y como tal
puede denirse como “[....] toda acción que se cumple desde la autoridad
estatal legítima y que posee como peculiaridad regular el pretender cierto
nivel de continuidad, y coherencia, aunque puede consistir, en determinadas
circunstancias, en decisiones aisladas y seguidas de sus correspondientes
cumplimientos”. (Aguilar Villanueva, 1992)
Desde una perspectiva global y en concordancia con la normativa
internacional, la Política de Defensa adhiere a los principios enunciados
en la Carta de las Naciones Unidas y en la Carta de la Organización
de Estados Americanos.
A nivel interno, estos principios se refuerzan en la LMDN, en su
artículo 3, donde se establece que la Política de Defensa Nacional
debe cumplir “[....] con los principios generales del derecho interno y del
derecho internacional, en coordinación con la política exterior del Estado; y
respetar, especialmente, los principios de autodeterminación de los pueblos,
de preservación de la paz, de no intervención en los asuntos internos de otras
naciones, de solución pacíca de las controversias y de cooperación entre
los Estados. Se establece la acción diplomática como primer instrumento de
solución de conictos.”
Esta misma ley, en su artículo 1, dene a la Defensa Nacional como
el conjunto de actividades civiles y militares dirigidas a preservar la soberanía
y la independencia de nuestro país, a conservar la integridad del territorio y
de sus recursos estratégicos, así como la paz de la República, en el marco de
la Constitución y las leyes; contribuyendo a generar las condiciones para el
bienestar social, presente y futuro de la población.
En lo que reere al accionar en materia de Defensa, la LMDN
adhiere, en su artículo 4, al ejercicio del derecho a la legítima defensa
reservándose el “[....] recurso del uso de la fuerza para los casos de agresión
militar, sin perjuicio de ejercer todos los medios disuasorios y preventivos que
resulten adecuados”.
A partir de las normas citadas anteriormente, este documento
tiene como objetivo la denición de las Directivas de Política de
Defensa Nacional para el quinquenio 2020-2025. Dentro del proceso
metodológico para su formulación, se denieron y alinearon los
componentes inherentes a toda Política de Defensa, a saber:
1. Una perspectiva general de las principales amenazas a nivel
Global y Regional.
2. Deniciones conceptuales actualizadas en materia de Seguridad
y Defensa.
3. La determinación de tres niveles de Objetivos, alineados de lo
mas general a lo más particular en materia de Defensa Nacional.
4. La denición de las Amenazas que obstaculizan y ponen en
peligro la consecución de esos Objetivos.
Descritos y denidos estos componentes, se procedió a un proceso
de análisis conjunto de los mismos, de manera de valorar la forma
más eciente y ecaz de cumplir con los Objetivos y salvaguardarlos
de las Amenazas. Para ello, el documento arriba a su cometido nal,
4Documentos Nº 30.599 - enero 7 de 2021 | DiarioOf‌icial
deniendo dos grandes Lineamientos Estratégicos, que reejan un
gran “Paradigma Defensivo” que guía y encauza a las Directivas
propiamente dichas, elaboradas como resultado del proceso anterior
y adecuadas a los medios y recursos del Estado disponibles.
En cuanto a su formato, al Qué Hacer con el que se dene cada
Directiva en un numeral, se le agrega Quien lo deberá Hacer, asignando,
de esa forma, responsabilidades concretas para su cumplimiento.
A manera de conclusión nal, el documento no se explaya en
consideraciones geopolíticas y en la construcción de escenarios, tarea
propia y prevista en la futura redacción de un Libro Blanco de Defensa.
II.- Situación mundial
Ensayar un análisis actual de la Seguridad Internacional corre el
riesgo de caer en omisiones o simplicaciones, dada la complejidad de
valoraciones que los actores del sistema internacional deben realizar,
a la hora de diseñar sus estrategias de seguridad y defensa.
A esta multiplicidad de factores se le debe agregar la aparición de
la pandemia de COVID 19, con la potencialidad de acelerar procesos
que degraden la seguridad global, por la vía del debilitamiento de
las economías, del aumento de la desconanza entre naciones, o por
el simple aprovechamiento de la situación por parte de actores, que
pretenden mejorar su posición estratégica regional o global.
Dentro de este contexto, el mundo de hoy se expresa en una
creciente dispersión de poder, que, si bien mantiene supremacías
tradicionales, asiste a la aparición de potencias emergentes con
capacidad de inuir en sus áreas estratégicas de interés, dentro de
un proceso favorecido por cambios significativos en la realidad
geopolítica, y por el abaratado acceso a tecnología y armamento de
diversa índole, que alimenta una creciente carrera armamentística.
A esto se suman actores no estatales, independientes o “proxys”,
que operan sobre objetivos concretos, en alianza con actores estatales
o portadores de una agenda propia de actuación, con capacidad de
mantener conictos latentes a través de acciones armadas puntuales
o de mutar hacia conictos entre Estados.
Dentro de este esquema la amenaza terrorista mantiene plena
vigencia, habiendo profundizado su diversicación y descentralización,
con relación al formato organizativo que dio lugar a los atentados
terroristas del 11 de setiembre de 2001. Este cambio se expresa por un
incremento en el número de organizaciones madre, y de sus liales
a lo largo y ancho del globo, cuya independencia táctica les permite
aumentar su capacidad de desaar, sustituir o eliminar el monopolio
de la violencia legítima del Estado.
Como actor adicional y no menos importante, operando en muchos
casos con el terrorismo, se proyecta particularmente el narcotráco,
actuando dentro de las redes del crimen organizado y aportando
nanciamiento a sus actividades. Desde diversas procedencias, opera
en formato de redes favorecido por los procesos de globalización, que
le permiten acortar distancias y tiempos, a través de nodos desde los
cuales se ejerce una acotada planicación estratégica centralizada, con
una muy eciente descentralización táctica.
Esta compleja realidad se da en un contexto de interacción de
actores, que accionan estrategias y desarrollan tácticas, bajo un nuevo
paradigma caracterizado por a) la hibridez de las amenazas y b) la
glocalidad en cuanto a su área de operación e incidencia.
La primera reere a la diversidad de métodos, procedimientos y
herramientas que combinados, ofrecen un menú mucho más amplio de
opciones con relación a épocas pasadas; lo que a dado en denominarse
una “guerra multimodal”.
Su accionar se puede expresar en diferentes planos: el militar (en
formato convencional o no convencional) el económico, el legal, el
cibernético, el comunicacional y el mediático.
Sus herramientas son múltiples: interferencias y ataques
electrónicos de la más diversa índole hacia infraestructuras críticas, el
uso de las redes sociales y de grandes medios d e comunicación como
forma de incidir en la opinión pública y la corrupción dirigida a los
tomadores de decisión en diferentes niveles de la política, son solo
algunas modalidades a través de las cuales se expresa esta amenaza.
Lo glocal se inicia a partir de un conicto entre actores cercanos,
pero interconectado con otros de mayor envergadura a nivel global.
Dentro de esta lógica; a mayor número de participantes, menor será la
probabilidad de solución de los conictos y mayor la de su expansión,
así como mayor el grado de incertidumbre en relación a la nalización
de los mismos.
Otro factor de signicativa incidencia en la agenda de seguridad
a nivel global, es la afectación sobre la Seguridad Humana. Escasez
de alimentos y agua, Estados fallidos, crisis económicas, conictos
interminables y desastres medio ambientales cada vez más recurrentes,
son algunas de las amenazas que producen crisis humanitarias de
gran escala, a partir de masivas migraciones y poblaciones enteras
desplazadas, donde la violación de los DD.HH es constante,
particularmente sobre las poblaciones más vulnerables: normalmente
mujeres y niños.
Dentro de esta dimensión la expansión global de la pandemia de
COVID 19, ha ampliado signicativamente las responsabilidades de los
Estados, y está teniendo consecuencias que exceden lo estrictamente
sanitario, afectando - a través de la recesión económica - a amplias
capas sociales.
Finalmente, el creciente número de actores con mayor poder
relativo, la potencial expansión de conictos locales por diferentes vías,
la diversicación y descentralización de organizaciones terroristas, el
crecimiento exponencial del crimen transnacional y la hibridez de los
métodos utilizados, todo esto sumado a la crisis sanitaria de alcance
global, determinan que las Políticas y Estrategias de Defensa, deban
diseñarse a partir de un enfoque multidimensional.
III.- Situación regional
En cuanto a las Políticas de Defensa a nivel regional, en los últimos
años se asistió a la disolución de hecho de la UNASUR y su Consejo
de Defensa Sudamericano (CDS), organismos que fueron creados
sobre la anidad ideológica y no sobre la comunidad real de intereses
regionales.
Si bien el CDS tuvo al momento de su creación una adhesión
unánime, no todos los países que lo conformaron materializaron
su apoyo con la misma intensidad. De hecho, su desaparición del
escenario regional se debió, en gran medida, a diferentes concepciones
y prioridades en materia de seguridad, entre sus miembros.
Al día de hoy, la región asiste a una evolución y expansión
constantes del crimen organizado y el narcotráco, lo que obliga al
diseño de nuevos escenarios en cuanto a valoración de amenazas y a
una discusión sobre el alcance de la Seguridad y Defensa, conceptos
que durante el siglo veinte estuvieron claramente separados, y que
en la actualidad se presentan como dos caras de una misma moneda.
Al crimen organizado en la región le caben las mismas
características que las mencionadas en el apartado anterior: es decir
su poder de globalización y la hibridación como amenaza, en función
de los medios disponibles y los métodos empleados.
Este poder supranacional obtiene una ventaja comparativa por la
estructura de redes a través de la cual opera, mucho más rápida que la
necesaria cooperación entre Estados que, hacia su interior, enfrentan
las dicultades propias de actualizar amenazas y medios, mediante
Políticas de Seguridad y Defensa cuyo alcance excede las versiones
clásicas del siglo pasado.
Consecuentemente, su poder de fuego en términos de armamento
disponible, su capacidad de desplazar y sustituir al Estado en
algunas zonas, su poder de coacción por la amenaza o el asesinato,
su apelación a la corrupción para incidir en la política, en la justicia o
en las instituciones de seguridad, así como su exibilidad operativa,
han colocado a estas organizaciones criminales dentro de las más altas
prioridades en materia de Seguridad y Defensa de los países.
En estrecho vínculo con estas organizaciones, se relacionan las
redes terroristas con quienes complementan una operativa que no se
restringe solamente a la antigua provisión de mutua seguridad, sino
que se imbrican dentro de un entramado que incluye otras formas
delictivas, como son el lavado de activos y la consolidación de áreas
seguras para su encubrimiento o actuación.
Esta estrategia de “ganar - ganar” les permite a ambas organizaciones
crecer y operar en función de sus objetivos. Para el crimen organizado,
esto signica ampliar su campo de acción, extendiendo sus negocios en
volumen y territorio. Para el terrorismo, la formación de redes locales
que aseguren su accionar, su nanciamiento y la planicación de sus
actividades hacia cualquier parte del mundo.
Otro nivel de amenazas está dado por la afectación de los recursos
naturales ante el incremento de efectos adversos del clima, o por la
actividad del ser humano; acciones que tiene la potencialidad de afectar
el principio del desarrollo sustentable, basado en niveles de producción
que no impliquen la extinción de los mismos a futuro.
Tampoco es ajena la región a la crisis sanitaria provocada por el
COVID 19, a la que le caben las mismas consideraciones señaladas
en el apartado anterior. Particularmente en el impacto sobre los
sectores más vulnerables, situación que seguirá produciéndose ante

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